Contrario a la imaginación popular, los sobrevivientes del fin del mundo no se encontrarán en un planeta caluroso y desértico con temperaturas superiores a los 45 grados centígrados. Tormentas, incendios, volcanes, tornados, tsunamis, nevadas y terremotos lograrán envolver al globo terráqueo en una nube oscura y pesada, donde el sol no se verá por meses y las temperaturas bajarán de cero grados centígrados.
Cuando la sensación térmica castiga de manera inclemente, no se puede arriesgar con algo que no haya sido probado antes, entonces, ¿cómo vestirse para el fin del mundo? Buena pregunta. Teniendo en cuenta que lo más importante es sobrevivir al frío severo, la ropa cómoda y funcional se vuelve prioritaria. Sin un atuendo apropiado, las largas caminatas y la agresividad del entorno harán muy fácil que llegue a parecerse al protagonista de La carretera, de Cormac McCarthy.
Lo mejor es vestirse en capas, empezar con unos calzoncillos largos ajustados como hacen los jugadores de hockey y una camiseta de manga larga que le ayude a regular la temperatura corporal como ropa interior. La segunda capa debe ser un buzo ajustado, ligero pero abrigado y unos pantalones cargo resistentes. Encima una chaqueta rompevientos en un color llamativo, que sea fácil identificarlo (por si vienen a rescatarlo).
Los accesorios son indispensables. Primero una capucha que cubra también la nariz y la boca, y unas gafas oscuras para protegerse del viento. Los guantes, delgados y gruesos protegerán sus manos y las medias abultadas y las botas cómodas le permitirán caminar largas distancias en busca de alimento y otros sobrevivientes.
No olvide llevar un morral donde le quepan sus posesiones más valiosas y una navaja suiza con todos los juguetes. Este conjunto le ayudará a sobrevivir los primeros meses y además le permitirá mantener una buena apariencia para lo que sería la temporada de primavera- verano del 2013.
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La realidad es que con lugares tan fríos no hay abrigo que alcance. Uno tiene que ponerse mucha ropa y dedicarse a disfrutar del paisaje. Incluso estaba parando en uno de los hoteles en buenos aires con un día que llego a los 0 grados, y la realidad es que mas allá de que estaba sumamente abrigado no era suficiente, por eso cuando uno está en otra ciudad debe disfrutar y así se olvida del frio
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