Para muchos, acampar es sinónimo de vacaciones. Sin embargo, las carpas también pueden ser un refugio en caso de emergencia, y con los avances recientes en su fabricación, se pueden convertir en casas que caben en una maleta.
Antes de construir una carpa, tenga en cuenta el sitio donde lo va a hacer: que sea lo más plano posible, que no tenga raíces de árboles, maleza o piedras debajo, que no haya humedad a su alrededor y que no esté muy cerca de elementos que le puedan caer encima. Para mayor seguridad, junto con las carpas y las bolsas de dormir venden bases que sirven como piso y aíslan la temperatura y aumentan la comodidad.
Tenga en cuenta que el armado sea resistente a las tormentas -que no le entre agua y que no se pueda desbaratar fácilmente- y que, con el tiempo, el sol deteriora la tela de las carpas. La humedad también corroe las varillas, por eso hay que asegurarse de hacerles una buena limpieza a todos los objetos, sin usar lavadoras, secadoras ni detergentes y nunca guardar piezas húmedas.
Poner la sobrecarpa generando un vestíbulo en la entrada, no sólo amplía el espacio sino que mantiene seco el interior y es más funcional para ingresar y para almacenar más cosas.
Jamás almacene comida dentro de una carpa -excepto enlatada- porque inevitablemente atraerá a los animales hacia ella.
Cuando vaya a comprar una carpa, analice los materiales de fabricación tanto de las telas como de las varillas, que sea fácil de armar, que la ventilación se genere sin dar paso a la humedad -incluso puede tener ventanas en el techo para dar más frescura- y que posea accesorios como bolsillos interiores para que sea más funcional.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario